La religión siempre ha sido objeto de polémicas muy diversas, y lo cierto es que en muchas ocasiones no han faltado razones para ello debido al mal uso que el hombre ha hecho de la misma, normalmente buscando el beneficio propio por encima de todo lo demás.
Al año el negocio de la religión mueve en Estados Unidos la friolera de 1,2 billones de dólares. Sí, billones, es decir, 1,2 millones de millones de dólares, una cifra en la que se integran desde las diferentes instalaciones religiosas del país que prestan servicios diversos hasta los medios de comunicación y otros negocios englobados dentro de una determinada confesión religiosa.
La cifra es impresionante, sobre todo si tenemos en cuenta que la misma está casi totalmente libre de impuestos debido a la legislación impositiva que aplica Estados Unidos a las actividades que se llevan a cabo por determinadas confesiones religiosas.
Comparando con los principales gigantes tecnológicos esa cifra supera el valor combinado de Apple y Google, y también la suma de los ingresos anuales que generan las diez empresas más importantes de dicho sector.
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