"“El mediocre aspira a confundirse en los que le rodean; el original tiende a diferenciarse de ellos. Mientras el uno se concreta a pensar con la cabeza de la sociedad, el otro aspira a pensar con la propia".
José Ingeniero
BARAHONA.-
El ejercicio periodístico en la República Dominicana, se ha visto afectado por
el accionar de algunas personas sin escrúpulos se insertan a este oficio para
dedicarse a chantajear, difamar y manipular a funcionarios y empresas, a cambio
de dinero.
Personas
con bajo nivel de escolaridad, que no saben el significado de la palabra “Comunicación”
mucho menos “Sintaxis” entre otras herramientas del lenguaje de lasa palabras utilizadas por periodísticas y comunicadores expertos en la materia para llevar un mensaje y saber causar una impresión en los lectores y por ende en la sociedad.
El
lambonismo es otro elemento o herramientas utilizados por estos personeros sin
formación, carente de dignidad y de principios, ya que son capaz de inventarse
cualquier mentira contar de ganar adeptos del funcionario a quienes les lamen
las suelas de los zapatos.
“Si tu me da lo mío, no te ataco”, es uno
de los lemas más escuchados por algunos seudónimos de las redes sociales, que
no merecen llamarse comunicadores, ya que la palabra comunicación tienen un significado
muy amplio, es parte fundamental para la interacción entre individuos y entre
sociedad, es antecesor del periodismo, ya que el primar acto del intelecto
humano, fue la necesidad de comunicarse con sus semejantes, a través de
diferentes formas, cuando no existía un lenguaje que permitiera la interacción
entre sí.
Las
redes sociales, muchas personas, las utilizan para dañar, moralmente a otro,
cuando ésta no responde a sus intereses, entonces empieza los ataques
difamatorios, denigrantes, acción tipia de los mediocres e incapaces de
sustentar cualquier debate en el ámbito de las ideas.
La
permisibilidad de los gremios periodístico, es otro aliciente que alimenta a
estos degenerados sociales, parías sin escrúpulos, capaces de llevar pan a sus
hijos, frutos de sus acciones execrables, ya que no les importa la forma si no
el resultado para conseguir dinero y saciar sus necesidades.
No es
posible que este accionar repudiable, propia de personas sin formación, sin
principios, carente de todo tipo de valores, sigan lucrándose de un oficio
digno de realizar, gente que se convierten en sicarios morales, en mercenarios
de reputación ajena, que como prostitutas, con el mayor respeto que merecen
esta mujeres, se van con el mejor postor, pero también son capaces de asesinar
moralmente a sus presas.
Ojalá
que los gremios periodísticos y la sociedad en sentido general, puedan
establecer sanciones morales para estos depravados, para dignificar y elevar el
ejercicio de la comunicación, como lo es informar, oriental y educar a todo un
conglomerado social.
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